Organizado por el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el evento reunió a más de 80 operadores de la industria olivícola de Túnez, Marruecos y Europa para discutir las últimas tendencias y avances en el campo de la olivicultura.
Túnez es uno de los principales países productores de aceite de oliva del mundo, con exportaciones anuales medias cercanas a los 500 millones de dólares durante un período de tres años.
A pesar de que el país exporta la mayor parte de su aceite de oliva a granel, algunos de sus aceites envasados están obteniendo reconocimiento internacional, cosechando premios en concursos internacionales de prestigio.
El encuentro puso de manifiesto que Túnez puede mejorar la competitividad y el reconocimiento de sus aceites en el país y en el extranjero, elevando los estándares de calidad y desarrollando productos de alto valor añadido, como aceites de oliva envasados y orgánicos.
"Estamos encantados de ver cómo el diálogo público-privado está conduciendo a la construcción de consenso entre las partes interesadas de la industria y al desarrollo de una visión compartida y una hoja de ruta. Esto ayuda a estimular la inversión para crear un sector más fuerte y competitivo", afirmó Antoine Sallé de Chou, jefe de las oficinas del BERD en Túnez.
De esta forma, elevar el sector al siguiente nivel significa mejorar la calidad, la eficiencia y la competitividad en toda la cadena de producción de aceite de oliva, desde el olivar hasta la mesa.
Tecnología y nuevos productos
Por ello, durante la conferencia los ponentes invitados compartieron sus conocimientos sobre prácticas de gestión de huertos, cultivo intensivo de olivo y técnicas de riego mejoradas. Esto último se manifestó como algo vital para maximizar el uso de los escasos recursos hídricos y preservar la calidad de la aceituna.
Los participantes también discutieron acerca de las últimas innovaciones en las tecnologías de extracción para producir y preservar el aceite de oliva virgen extra de alta calidad, al tiempo que profundizaron en la importancia de la calidad como estrategia comercial.
Asimismo, se reivindicó la necesidad de ofrecer diferentes gamas y perfiles de producto para el desarrollo de la industria del aceite de oliva de Túnez. Destacaron así los aceites de diferentes sabores, variedades únicas, más ricos en polifenoles o procecentes de la olivicultura orgánica.
Apoyo institucional
"En los últimos dos años, hemos detectado un gran entusiasmo por parte del sector y una creciente apertura a nuevas ideas, como la creación de un consorcio de calidad y un nuevo etiquetado de calidad para los aceites de oliva vírgenes extra tunecinos", afirmó Lisa Paglietti, economista de la FAO y líder del equipo que, junto al BERD, trabaja para el desarrollo del sector en Túnez. "Hay una voluntad real de cambiar", remarcó Paglietti. "En el futuro, debemos mantener este impulso y garantizar que todas las partes interesadas de la industria inviertan en trabajar juntas para lograr los objetivos de competitividad y reconocimiento", agregó.
El BERD y la FAO, junto con la Oficina Nacional del Aceite de Túnez, apoyan el proceso de transformación de la industria oleícola del país. El grupo de trabajo se ha reunido siete veces desde 2015, compartiendo información, experiencias y opiniones, y realizando propuestas concretas para lograr un sector del aceite de oliva más fuerte e inclusivo.
