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En busca de alternativas viables y rentables al uso del plástico en el sector oleícola

En busca de alternativas viables y rentables al uso del plástico en el sector oleícola

jueves 25 de julio de 2019, 09:58h

El pasado mes de mayo se presentó en Jaén EVOO Plastic Free, una iniciativa liderada por la Universidad de Jaén (UJA) -en la que participan además el Centro Tecnológico del Plástico Andaltec, la empresa Elaia Zait y la compañía oleícola Castillo de Canena Olive Juice- cuya finalidad es prevenir y reducir los impactos producidos por el plástico de un solo uso utilizado en el sector oleícola, a partir de la cooperación y del conocimiento científico. En una entrevista con Mercacei, el catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados del centro docente jiennense Manuel Parras detalla los objetivos y beneficios de este proyecto y qué otro tipo de componentes o materiales se van a estudiar para el envasado del AOVE.

¿En qué consiste la iniciativa EVOO Plastic Free y por qué se ha puesto en marcha este proyecto?

La sociedad está demandando, cada vez con mayor insistencia, una economía más sostenible, baja en carbono, que procure la biodiversidad y que reduzca los impactos medioambientales. En este contexto, la Unión Europea y Naciones Unidas, entre otras organizaciones, han adoptado una serie de medidas para evitar la contaminación producida por el plástico desechable o de un solo uso.

En este contexto, se enmarca la iniciativa EVOO Plastic Free, liderada por la Universidad de Jaén y en la que participan el Centro Tecnológico del Plástico Andaltec, Elaia Zait y Castillo de Canena, cuya pretensión es generar un movimiento de participación activa del sector oleícola con la finalidad de sustituir, en un período de tiempo razonable, el plástico de un solo uso o desechable en el envasado y en los procesos productivos de las empresas del sector. Y hemos de hacerlo desde la cooperación y desde el conocimiento científico, de tal modo que el sector de los aceites de oliva transite desde un modelo de economía lineal a otro de economía circular.

¿Cuáles son sus principales objetivos?

Tenemos unos objetivos de carácter técnico y otros de arquitectura política y del propio proyecto. Refiriéndome a estos últimos, es necesario recabar el apoyo de empresas e instituciones ligadas al sector oleícola. Es fundamental que en este proyecto haya masa crítica. Respecto al primero, se trata de un verdadero proyecto de investigación que cuenta con varias fases. En primer lugar, hay que ver en qué medida las directrices y reglamentos comunitarios van a afectar al sector oleícola. Ahora bien, esta es una actitud reactiva y nosotros también queremos dotarnos de un liderazgo proactivo, es decir, ir por delante de las normas en el marco de la Responsabilidad Social porque hay ya estudios en los que se constata que el plástico es un freno al consumo de aceites de oliva por parte de determinados colectivos. Todo apunta a que esta tendencia será creciente. Y hay que estar preparados para ello. Además, hay que trasladar a la demanda que el sector oleícola es un sector responsable, que elabora la grasa más saludable y que este concepto de salud ha de entenderse no solo en sentido del contenido de una botella o envase, sino en el sentido de un proceso saludable.

En segundo lugar, hay que ver qué envases existen actualmente que cumplan las normas venideras o incluso que medioambientalmente sean óptimos, en referencia a distintos bioplásticos.

En tercer lugar hay que conocer el comportamiento de los aceites de oliva en estos bioplásticos. Llegados a este punto, tendremos dos opciones: si existen soluciones viables económicamente y desde el punto de vista de la salud, el asunto estará resuelto; si no las hay, habrá que seguir investigando.

¿Qué otro tipo de componentes o materiales se van a estudiar para el envasado del AOVE?

En el mercado ya existen bioplásticos, tanto biodegradables como no biodegradables. Sin embargo, al menos que yo sepa, no se conoce el comportamiento de los aceites de oliva una vez envasados en los mismos: si afectan a sus propiedades físico-químicas y organolépticas, por ejemplo. Por eso, EVOO Plastic Free ha de desembocar en un proyecto de investigación en el que se analice el estado del arte en estos nuevos materiales, su viabilidad técnica y económica y, si no son viables, seguir indagando en otros nuevos.

¿Qué beneficios aportará este proyecto al sector oleícola y a los consumidores?

Obviamente, no estamos tratando de eliminar el plástico de un solo uso de un día para otro. Esta iniciativa se enmarca en el medio y largo plazo. Se trata de buscar alternativas viables y rentables al uso del plástico. Los aceites de oliva, sobre todo, los vírgenes extra se envasan, desde hace mucho tiempo, en otro tipo de envases: cristal y lata, fundamentalmente. Ahora se han ido incorporando otros como el bag in box. Pero es evidente, que el plástico de un solo uso es un problema medioambiental y de salud y, por lo tanto, no podemos envasar un producto muy saludable como el aceite de oliva virgen extra en un tipo de material que no lo es a largo plazo. Es una contradicción que no entiende el consumidor. Por lo tanto, esta iniciativa pretende evitar esta incoherencia.

Por otro lado, el olivar es un cultivo que consume poca agua, que fija importantes cantidades de CO2 al suelo y que contribuye a la mitigación del cambio climático; en definitiva, es un cultivo sostenible. En consecuencia, tampoco puede ni debe contribuir a un deterioro medioambiental. Todo esto lo perciben los consumidores a los que hay que conquistar tratando de eliminar, a medio y largo plazo, el uso del plástico de un solo uso en el sector. Si lo hacemos, los consumidores seguirán confiando en los agentes de la cadena de valor de los aceites de oliva, seguirán comprándolos más consumidores y, en consecuencia, hará las explotaciones olivareras y las industrias oleícolas más rentables.

La orientación al mercado se refiere a que los productores han de ser cada día más conscientes de que el futuro del sector, su rentabilidad, depende de la comprensión de las demandas de los consumidores. Comprender para poder vender, esa es la clave. Y es evidente porque está contrastado que los consumidores quieren hoy productos seguros, de calidad, saludables y con sostenibilidad ambiental. La orientación al mercado es eso, ser conscientes de que la supervivencia y rentabilidad de un negocio están ligadas, estrechamente, a que sea capaz de satisfacer las demandas de los consumidores. La sostenibilidad hace referencia al hecho de que hemos de gestionar los negocios, no a corto plazo, desde un punto de vista egoísta o hedonista, sino pensando en las futuras generaciones.