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Todolivo impulsa la agricultura sostenible mediante la poda para el olivar en seto

Todolivo impulsa la agricultura sostenible mediante la poda para el olivar en seto

lunes 12 de febrero de 2018, 12:54h

En este sistema de cultivo del olivar, los restos de poda se depositan para que sean triturados y se puedan incorporar al suelo como materia orgánica, contribuyendo así de forma importante a la captura y almacenamiento de dióxido de carbono (CO2) atmosférico, el principal gas de efecto invernadero.

Todolivo explica que la agricultura es la única actividad que tiene capacidad para capturar y secuestrar el dióxido de carbono de la atmósfera, al contrario de lo que ocurre con otras, principalmente la industria y el transporte, que solo emiten CO2 pero no lo capturan. Por tanto, la agricultura es capaz “no solo de compensar las emisiones de CO2 sino también de capturar éste y almacenarlo como carbono en la biomasa de las plantas y el suelo”.

Así, esto es posible, según Todolivo, con un “manejo adecuado del cultivo”, como el que realizan, a través de los trabajos de laboreo y poda.

Precisa que el equipo de investigación del Departamento de Ciencias y Recursos Forestales de la Universidad de Córdoba (UCO), que dirige el profesor Luis López Bellido, pionero en estudiar la huella del carbono en el olivar, prefiere hablar del “balance de carbono”, en lugar de ‘huella de carbono’, ya que en muchos de los cultivos agrícolas, dependiendo de las técnicas de producción, “se obtendrá un balance positivo al comportarse éstos como auténticos sumideros de CO2. Tal es el caso del olivar en seto”.

Recuerda que la huella de carbono es el balance existente entre las emisiones de gases de efecto invernadero y el carbono que se captura a través del suelo o en la planta y, que, en el caso del olivar en seto, el balance es positivo, ya que este sistema de cultivo desarrollado por Todolivo “captura más dióxido de carbono del que emite a la atmósfera”.

Una agricultura sostenible

La empresa cordobesa comprobó que la poda mecánica reduce hasta en un 50% la producción del olivar frente a la poda manual, que es la que practica. En ésta, un podador discrimina las ramas que se pueden eliminar porque dificulten la recolección con máquina cosechadora de aquellas otras que se pueden mantener productivas para el año siguiente. Lo que se denomina entresaque, que, Todolivo, realiza de forma manual con motosierra. Luego, se rebajan las bajeras con la misma motosierra o con ayuda de cuchillas mecánicas que van acopladas al tractor (topping), aunque ésta última no es la tendencia habitual.

Con esta poda, ideada por Todolivo para el olivar en seto, no solo se consigue mantener los olivos jóvenes, productivos, flexibles y aireados, sino que también se favorece la sostenibilidad medioambiental al picar e incorporar los restos de esa poda al suelo en forma de materia orgánica.

En este sentido, destaca que, según datos del equipo investigador de López Bellido, un 45% de la madera que se incorpora en el suelo procedente de los residuos de poda es carbono, que se irá descomponiendo y transformándose en carbono estable y contribuirá al balance positivo de carbono.

Esta realidad ha sido constatada por estos investigadores, a través del proyecto Carbosiega, nuevas metodologías para la certificación de la huella de C de la producción agrícola bajo sistemas de producción sostenibles. El objetivo de este proyecto era evaluar el balance y huella de C del cultivo de olivar en 1.232 hectáreas, repartidas en diferentes explotaciones olivareras en las provincias de Sevilla, Córdoba, Cádiz y Jaén.