El mercado del aceite de oliva en Polonia es aún pequeño, pero se encuentra en expansión, como atestigua el dato del crecimiento de cerca del 2% anual de las ventas totales en los últimos años. En 2019, la facturación total del aceite de oliva en este país alcanzó los 33,74 millones de euros.
En Polonia no se produce aceite de oliva y tampoco existe una gran tradición de consumo. En 2019 se consumieron 0,28 kilos de aceite de oliva por persona, muy lejos de los aproximadamente 10 kilos por persona consumidos en España.
Hasta hoy en día, el aceite de oliva ha sido un producto menos accesible debido al precio, pero existen dos factores que compensan esta situación. Por un lado, Polonia no es ajena a la tendencia global de una mayor preocupación por la salud; por otro, el poder adquisitivo de sus casi 38 millones de habitantes aumenta a buen ritmo, lo que hace más factible la compra de productos de calidad como el aceite de oliva virgen extra. En este sentido, según ICEX, se hace necesaria la puesta en marcha de campañas que promocionen la calidad nutricional del aceite de oliva y sus propiedades saludables.
Todo el aceite de oliva que se consume en Polonia es importado, y la mayoría es de categoría virgen o virgen extra. España, Portugal e Italia dominan el mercado con cuotas del 30,2%, 25,8% y 24,4% respectivamente, sobre el total de las importaciones de aceites de oliva a Polonia. En los últimos años, las exportaciones españolas a Polonia se han mantenido constantes, mientras que las portuguesas han experimentado un crecimiento espectacular, debido a su distribución por la cadena de descuento líder en Polonia Biedronka, de capital portugués.
El principal canal de distribución de aceites comestibles son las tiendas de descuento, con una cuota del 36%; y el que más crece en términos interanuales, con un 2,6% de aumento en la facturación total en 2019, son las tiendas de conveniencia. El estudio subraya que ambos tipos de establecimientos ofrecen cada vez una mayor variedad y calidad en sus productos, en línea con las demandas de los consumidores polacos. Por su parte, supermercados e hipermercados ocupan una posición secundaria en la distribución de aceites, pero es en estas grandes superficies donde puede encontrarse una mayor variedad de producto. Mención especial merecen las tiendas gourmet, algunas de las cuales ofrecen aceite de oliva virgen extra de origen exclusivamente español; y las tiendas de productos ecológicos, las cuales se encuentran en expansión en Polonia. Por último, la distribución on line de aceite de oliva es aún reducida, pero resulta un canal fundamental a explotar, habida cuenta de que Polonia es uno de los líderes europeos en compras por internet.
En cuanto a las tendencias más llamativas, el informe apunta que en el mercado polaco se ofrecen aceites de oliva con sabores y aromas, probablemente debido a que los consumidores polacos encuentran demasiado fuerte el característico sabor y picor del virgen extra. Además, para paliar la sensibilidad al precio del consumidor polaco medio, algunas empresas ofrecen packs compuestos por aceite de oliva y otro producto, como puede ser salsa de pesto. Otras tendencias son la venta de aceites de oliva en formato monodosis o adaptados al público infantil.
En Polonia, en general el aceite de oliva continúa siendo un desconocido para el consumidor medio, si bien sus cualidades son apreciadas por los consumidores más formados. Por tanto, para abordar exitosamente este mercado es necesario, por un lado, la comunicación de las propiedades saludables de los aceites de oliva; por otro, campañas de marketing para promocionar los aceites de oliva españoles. En concreto, expertos del sector recomiendan llevar a cabo misiones comerciales directas para dar a probar el aceite español, especialmente el virgen extra. Los expertos aseguran que los aceites de oliva vírgenes extra españoles tienen en general una mayor calidad que los italianos, sin implicar un precio más elevado.
