La olivicultura uruguaya comenzó su nueva etapa moderna a finales del siglo XX a partir de inversiones provenientes principalmente de Argentina. En 6.200 hectáreas cultivadas y más de 160 productores en los 19 departamentos del territorio nacional, el cultivo ha tenido en 2020/21 las condiciones necesarias para obtener una excelente producción de aceituna.
Si bien la actividad se desarrolla en todo el territorio nacional, en la región Sur-Este se encuentra el 60% de las superficie cultivada. En esta parte del país cercana a la costa del Océano Atlántico predomina el relieve de sierra con alturas máximas de 600 metros. La climatología con altas precipitaciones anuales comprendidas entre 1.100 y 1.400 mm., temperaturas con inviernos benignos y veranos moderados con temperaturas medias de entre 16° y 19°C ha posibilitado que Uruguay se haya posicionado como un país productor de aceite de oliva de alta calidad, exclusivamente virgen extra.
Dentro de la realidad mundial de cambio climático, Uruguay no ha sido la excepción, lo que es una de las principales causas de la alternancia marcada y aparición de enfermedades ligadas a la alta humedad relativa, pero que no ha influenciado significativamente en la calidad del fruto y del aceite.
La variabilidad interanual ha sido evidente en la variación de la producción de aceite que en 2019 registró un récord de 2.750 toneladas y en 2020 una pronunciada disminución que no permitió superar las 350 toneladas. La campaña 2021 comenzó de forma temprana a finales del mes de abril en la zona Noreste y todavía se está desarrollando en el Este del país.
Si bien las condiciones climáticas de la larga cosecha comienzan a ser importantes, con los fríos y lluvias de finales de otoño y principios de invierno, la incidencia de enfermedades ha sido escasa y no ha habido problemas por el COVID-19. Así, se prevé una cosecha de 22,5 millones de kilos de aceituna y rendimientos bajos en comparación a años anteriores, con una media del 12%, por lo que se espera una producción de 2.450 toneladas de aceite. Las variedades más productivas han sido arbequina, coratina y picual.
El consumo medio de aceite de oliva en Uruguay es de 550 mg./persona/año, por lo que se prevé comercializar 1.820 toneladas. Asimismo, con importaciones que en los últimos años han alcanzado una media de 950 toneladas, se generaría un excedente de 1.580 toneladas de producción nacional que debería colocarse en el mercado externo.
El desafío de la producción Uruguaya es aumentar el consumo nacional y fidelizar a los consumidores con los aceites del país con el fin de no ser tan dependientes de las variables del mercado internacional.
Fotos: Ing. Agr. Sergio Gómez/Olivo Noble Services
