“Las lluvias invernales del año pasado contribuyeron significativamente en la cosecha, lo que favoreció las expectativas de ser un buen año para la mayoría de los Estados (con la excepción de algunas regiones productoras como Australia Occidental) debido al ciclo bienal de los olivos. Sin embargo, algunos productores obtuvieron frutos secos y bajos rendimientos al comienzo de la cosecha, mientras que otros se vieron afectados por lluvias excesivas e inundaciones o incluso por las heladas”, ha precisado Valmorbida.
Por su parte, la miembro del Comité de la AOOA y directora de The Olive Center, Amanda Bailey, ha valorado que después de los incendios forestales y las complejidades de 2020, la campaña de 2021 arrojó nuevos desafíos. “Además de las condiciones climáticas extremas, la industria también se vio afectada por los retrasos en los envíos en el Canal de Suez. Además, el cierre y las restricciones debido al COVID-19 provocaron una escasez de mano de obra durante la cosecha”, ha precisado Bailey.
No obstante, "lo positivo, según Valmorbida, es la subida del precio del aceite de oliva a granel, impulsado por un aumento sostenido de la demanda de los consumidores por el producto local”. Así, según ha precisado, “anteriormente, la industria australiana del aceite de oliva luchaba contra precios tan bajos como 4 dólares por litro en el caso del virgen extra. Sin embargo, el crecimiento en el número de clientes mayoristas, el aumento del precio del aceite de oliva del Hemisferio Norte debido a las menores cosechas europeas, a lo que se une un dólar australiano más débil y la continua y fuerte demanda de los consumidores por productos locales, ha dado como resultado un precio entre 5 y 7 dólares por litro en origen para el AOVE”.
En concreto, esta asociación estima que Australia obtendrá un volumen récord de entre 20 y 22 millones de litros de aceite de oliva en 2021.
La entidad ha recordado que varios aceites de oliva australianos ya cuentan con el sello de calidad certificado por la AOOA, que evalúa estos aceites frente a los estrictos estándares comerciales internacionales de calidad y autenticidad establecidos por el Consejo Oleícola Internacional (COI).
Valmorbida ha considerado que Australia está geográficamente bien posicionada para aumentar significativamente su participación en la industria oleícola internacional. A su juicio, “el desafío para la industria australiana seguirá siendo el acceso al agua para el riego y los modelos agrícolas rentables para permitir que el aceite de oliva australiano sea de alta calidad y competitivo en precio a escala mundial”.
Respecto a las perspectivas para la próxima campaña en Australia, Bailey ha resaltado que “hay muchos brotes nuevos en los árboles, por lo que las señales para la producción del próximo año parecen positivas y esperamos que las condiciones sigan siendo favorables para otra cosecha récord”. “La buena noticia es que la industria tiene suficiente aceite de nueva temporada tanto para el país como para los mercados de exportación en desarrollo”, ha precisado.
