Para Assitol, el acuerdo –al que denomina “Federolio-Coldiretti”- apunta a favorecer el llamado “olio italico”, un blend que incluye una proporción del 50% de virgen extra italiano. “Apoyamos el blending, es una parte importante de la industria oleícola -explica Anna Cane, presidenta de Assitol- pero la propuesta del olio italico suscita perplejidad en el sector y podría crear más confusión al consumidor”.
Según la asociación del país transalpino, la protección del aceite de oliva 100% italiano debe seguir otros caminos. Cane subraya que “la puesta en valor del AOVE italiano se debe hacer a partir de principios como la calidad, el origen, la trazabilidad y la seguridad alimentaria. Además, en plena crisis de consumo, es indispensable una narración positiva sobre el virgen extra, a menudo víctima del sensacionalismo”.
Por estas razones, la presidenta de la entidad considera que “no había necesidad de crear un nuevo motivo para fragmentar el mundo oleícola, ya muy divido. La división beneficiará una vez más a nuestros países competidores, que pueden contar con un frente olivícola compacto y una estrategia común”.
Cierre de campaña
Por otra parte, en estos días se han dado a conocer las cifras de producción italiana de aceite de oliva con las que se ha cerrado la campaña 2017/18. El Instituto de Servicio para el Mercado Agrícola Alimentario (Ismea) estimó una producción de 428.900 toneladas, lo que supuso un aumento del 135% respecto a los escasos volúmenes de la campaña precedente, cerrada con 182.000 t.
Aunque los datos son provisionales, el Ismea considera que los resultados finales son ostensiblemente mayores que las previsiones realizadas a comienzos del pasado otoño. “La sequía de verano fue un problema especialmente importante y los agricultores, cuando fue posible, intervinieron con irrigación de emergencia reduciendo drásticamente las pérdidas”, argumenta.
Por regiones, en la campaña 2017/18 el crecimiento vino dado, sobre todo, de las zonas meridionales del país. Así, en Puglia se superaron los 2 millones de toneladas (+98%) y en Sicilia, Calabria y Abruzzo se volvió a los niveles considerados en la media. En el centro de Italia, sobre todo en Toscana y Umbria, el aumento, en cambio, fue moderado debido a la sequía estival y a otras problemáticas producidas en la primavera que condicionaron todas las fases de la campaña. En las regiones de Lazio (+68%) y Marcas (+239%), sin embargo, los volúmenes de producción fueron altos.
